Kristeen Young. Una chica glam dizque heredera de Bowie con influencias de Björk. Ni le puse atención a su música. Eso sí, estaba bien buenorra. Apenas pisó el escenario, comencé a pensar en su vagina. Era culpa del maldito Bunny Munro, que me había implantado esa fijación en la cabeza. Desde el 2009 no consigo ver a una mujer sin tratar de adivinar la forma de su pussy. Me sucede todo el tiempo, con las maestras de ballet de mi hija, en los aeropuertos, en las centrales de autobuses, en la fila del banco. He imaginado por horas, perdido en los detalles, en las formaciones congénitas. El set de la abridora estaba tan aburrido que comencé a pensar en otras vulvas. Pero poquito.