que se llama Edad Moderna se caracteriza por una suma de esfuerzos por salir de la sombra de Platón. Planteada como experimento antiplatónico, la Modernidad cambió radicalmente las relaciones entre la fuente de luz, las superficies iluminadas y las zonas oscurecidas, la mayoría de las veces inspirándose en la ufanía neoaristotélica de la experiencia, tras Descartes también en el autismo iluminado de construir a partir de la evidencia lógica, y tras los enciclopedistas, inspirándose en la divulgación del amplio ámbito de las entradas de las enciclopedias. Los hijos del mundo de los últimos siglos ya no quisieron dejarse persuadir de que eran meros espectadores de sombras después de que una filosofía que siempre se presentaba como semiesotérica e incorregiblemente idealista hubiera intentado explicarles de qué son sombras las cosas. Comenzaron a dudar de la visión de sombras que les venía atestiguada desde Atenas, no menos que de su herencia del pecado original, de la que se habían presentado pruebas cuestionables en Jerusalén, Roma e Hipona.