cuando yo tenía doce años. Recuerdo que estaba confundida sobre la vida y Dios y todo eso y le pregunté qué estaba pasando asumiendo que él sabría, al ser más viejo y al ser mi padre, y lo que dijo se convirtió en mi primera gran revelación. Me dijo que, desde una perspectiva más amplia, apenas había diferencia de edad entre nosotros. Desde nuestro punto de vista parecía haber una diferencia colosal, pero desde el panorama completo él estaba quizá medio segundo por delante, si es que… y por lo tanto los dos estábamos experimentando las mismas cosas al mismo tiempo por primera vez. Como la muerte de nuestro perro: había sido una primera vez para los dos. Él no manejaba las cosas mejor que yo. Esto era algo completamente nuevo para mí. Yo pensaba que era solo cuestión de tiempo que me contara todas las cosas que sabía.