Había una vez una Europa del Este, un mundo gris lleno de restricciones, que a duras penas lograba sobrevivir. Dicen que desapareció en una noche con la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, como la mítica Atlántida. La opinión más extendida es que el telón de acero se derrumbó de golpe, como un castillo de naipes. Pero, a decir verdad, el Muro no cayó. Lo derribaron.
El autor estuvo allí, en Polonia, Checoslovaquia, Berlín, Rumanía, Hungría y Rusia, contemplando en primera línea este brusco giro de la Historia y entrevistando a cada uno de sus protagonistas.