Flora MacLeod está decidida a evitar el amargo destino de su madre, ser un mero peón en el juego político del matrimonio. Con esa determinación, planta cara a su captor y muy pronto la batalla de voluntades y una gran pasión estallará entre ambos. Lachlan MacLean se ha encontrado con bastante más de lo que esperaba. Este jefe de clan bregado en mil batallas, que hará lo que sea por proteger a los suyos, acaba de secuestrar a la bella heredera de un clan enemigo y tiene intención de cortejarla y pedirla en matrimonio. Pero a este brusco hombretón no se le dan muy bien las artes de la seducción, y mucho menos con esta mujer exasperante y terca. Sin embargo, cuando una maldición pone en peligro la vida de Flora, Lachlan se da cuenta de que su estratagema quizá acabe arrojando réditos amorosos.