Este libro reúne cuatro entrevistas poco conocidas en las que Jankélévitch aborda el misterio del instante mortal.
En la primera, el filósofo reflexiona sobre la experiencia de la muerte de alguien cercano, de la del otro en general y sobre la incertidumbre metafísica que cada uno siente frente a la propia muerte. En la segunda analiza el sentido de la vida en el marco de las prácticas religiosas, y el papel del incrédulo ante la muerte. En la tercera se ocupa de la eutanasia, la ciencia y los aspectos éticos ligados a ellas. La última trata de la violencia, el fanatismo y las ansiedades del hombre frente a lo efímero de la vida.