—Mierda —dice Simon.
Abby coge mi mano y entrelaza nuestros dedos.
—No tenéis idea de lo feliz que me hace esto. No tenéis idea. Yo solo quería que ustedes fuerais amigas, pero esto. —Simon se queda mirando nuestras manos, los ojos como platos.
—Así es —asiente Abby—. Hemos ido un poco más allá por ti, Simon.
—Así que, de nada —agrego.
—Estoy conmocionado —dice Simon, y Bram le da una palmadita en el brazo.