En su libro Más que dos, Franklin Veaux y Eve Rickert dan una definición fantástica: la compasión, sostienen, consiste en atribuirle al otro siempre los mejores motivos. Cuando hace algo que nos daña, es infinitamente más probable que lo haga porque no supo hacer otra cosa, porque se estaba defendiendo de alguna íntima miseria o porque cuidaba algún interés propio.
Puede no parecerlo pero, en mi opinión, ésta es una de las cuestiones más importantes que pueden determinar el futuro de una pareja. Si somos compasivos con el otro, si comprendemos sus motivos sin menospreciarlos, si moderamos lo que esperamos del otro y aceptamos que no siempre estará (como tampoco lo estaremos nosotros) a la altura de nuestras expectativas, tendremos entonces más posibilidades de lidiar con los dolores que estar en pareja conlleva.