Tenía muchos nombres e iteraciones: Santa Muerte, la Huesuda, Dama de Sombras, Mictecacíhuatl… Dependía de la cultura y del idioma, pero toda representación e imagen llevaba a lo mismo. Que lo bendijera la Dama Muerte, tener su propio portaje y poder servirla era lo que Yadriel más anhelaba en el mundo.