¡Lo amé! De verdad lo amé, como chico trans es poco frecuente verse representado en la ficción y es aún menos frecuente verse bien representado, Yadriel es un chico trans, latino y gay, no podría sentirme más identificado. Que mencione cosas como que el binder le apretaba a momentos, que usaba botas con plataforma para verse más alto o que tenía que estar corrigiendo pronombres constantemente son experiencias tan cercanas.
El libro es bastante adictivo, no podía dejar de leerlo porque quería saber qué más pasaba. La trama de los nahuales me pareció excelente y despertó mi interés por su cultura. El toque mágico en ningún momento hace que pierdan realismo los personajes.
SPOILER: El romance es llevado con tanta naturalidad, ternura y magia que me conmovió muchísimo. Enamorarme de Julián me fue tan inevitable como lo fue para Yadriel.
Se convirtió en uno de mis libros favoritos y hasta quiero leerlo otra vez así que claro que lo recomiendo.
10/10
Es un libro precioso, súper fácil de leer y entretenido
Me gusta muchísimo la representación trans, porque se nota que está escrito desde la experiencia del autor. También me gusta mucho todo lo que se toca sobre la comunidad latinx en LA, lo que permite que la historia esté llena de detalles que se sienten cercanos aunque estemos en países diferentes, como la comida, lo de las familias numerosas, las abuelas y el lenguaje. Lo que no termina de convencerme es un poco la parte de la mitología/folclor que se toca en la historia. Quizá soy muy tiquismiquis pero esta mezcla de día de muertos con elementos mayas y mexicas con un poquito de santería caribeña a mí no me termina de encantar, no me termina de cuajar pues. Como que siento que el autor aglomeró en una única comunidad a culturas que pueden ser similares pero que en realidad son bien diferentes. Julián y Jadriel son bien bonitos.