En el libro, el autor, con treinta años de experiencia clínica en el tratamiento de la psicosis, concluye y argumenta lo que considera los dos pilares claves que sostienen y permiten la psicoterapia de la psicosis: que la locura es una defensa para sobrevivir cuando alguien se ve sobrepasado por experiencias inhumanas y que su tratamiento se basa en la transferencia, esto es, en la palabra como cemento de la relación terapeútica y base de cualquier tratamiento posible. Un camino de cómo hablar con los locos, qué decir y qué callar, cómo realizar una psicoterapia con estos pacientes, tan trastornados que no se sabe muy bien cómo entrarles y conversar con ellos.
La idea de este libro surge de la asunción de nuevos cometidos en el trabajo hospitalario, a lo que se añaden peticiones de residentes y compañeros ávidos de algunos principios con los que orientarse en el quehacer diario en las trincheras de la locura.
No se trata de los principios de la psicoterapia de la psicosis, sino de una psicoterapia. Una psicoterapia entre muchas, basada en una amplia experiencia con pacientes gravemente perturbados.
La locura es humana, demasiado humana, pero los humanos no estamos preparados para sobrevivir a cualquier circunstancia ni situación. Y menos aún aquellos que, por distintas razones, se quedaron a medio hacer y subsisten a la intemperie, más expuestos y vulnerables. (José María Álvarez)