Cómo reducir el sufrimiento

Cualquier etiqueta no es la realidad.

que
No generaremos expectativas de cómo tiene que ser el mundo

Dejar de buscar la felicidad en objetos externos, con lo que

Como continuamente ocurre que no podemos controlar el mundo, que hay cosas que no salen como queríamos y que no podemos obtener los objetos de placer que deseábamos, nuestra respuesta es intentar aumentar el control, es decir, incrementar el diálogo interno. En suma, preocuparnos y estresarnos. ¿Te suena esta secuencia?

pérdida de aquello que amamos y nos agrada acarreará sufrimiento.

Perdonar nos libera de esos sentimientos negativos que solo nos perjudican a nosotros. P

Las expectativas poco realistas que tenemos sobre todo lo que nos rodea, incluidas las otras personas, son la auténtica causa del sufrimiento interpersonal, no lo que hacen los demás. En suma, es imposible pasar por el mundo sin que nosotros hagamos daño y sin que otros nos hagan daño

Perdonar no implica reconciliación: Perdonar no implica que uno vuelva a tener relación con esa persona, y mucho menos que sea como la que se tenía antes.

Perdonar no implica que no se haga justicia: si el individuo que nos ha hecho daño ha cometido un delito, la justicia siempre debe actuar sobre él, no se le debe disculpar. Lo contrario reforzaría el delito en la sociedad al no tener consecuencias. El perdón es un acto interno, que beneficia a la víctima.

Cuando otra persona nos hace daño, deberíamos pensar que no nos está dañando a nosotros a propósito. Esa persona no puede funcionar de otra forma por sus circunstancias genéticas y biográficas. Nosotros somos daños colaterales de su paso por el mundo, como lo sería cualquier otra persona que pasase por allí. La clave es no personalizar el daño. Cada uno de los seres humanos buscamos compulsivamente la felicidad y evitar el sufrimiento y, en ese proceso, todos los demás son víctimas colaterales.