madrastra es una policía
ESO me dijo una niña, con voz dulce, del otro lado del teléfono.
—Pero no crea que una policía uniformada, de esas que atrapan ladrones. No, ella me vigila todo el tiempo y no para de corregir las cosas que, según ella, hago mal: “No pongas los codos en la mesa”, “Cepíllate bien los dientes”, “Ponte otros calcetines”, “Péinate con la raya en medio”, “Así no se hace la tarea”, “Cámbiate de zapatos”, “Córtate las uñas”, “No te comas los mocos”, “Camina derechita”.