A pesar de todas las diferencias raciales, históricas y culturales entre los diversos pueblos, los ciudadanos de hoy comparten con todos sus semejantes, en cualquier parte del mundo, la misma capacidad sensorial y cognitiva (es decir, todos tienen los mismos mecanismos para percibir la realidad y para pensarla); en segundo lugar, también en todo el mundo tienen idénticas necesidades fundamentales: desde África a Asia, desde Europa a América u Oceanía los seres humanos deben alimentarse, defenderse de la intemperie con ropas y construcciones, interactuar con el medio exterior del que dependen y conservarlo, además de procrear, educar a sus hijos y vivir en sociedades estructuradas.