entonces escuchó estas palabras: -“sigue avanzando”, -“lo estás haciendo”. Estas son palabras mágicas para dar ánimo. -“No te preocupes, estoy aquí si me necesitas”. Su confianza crecía y los pensamientos negativos se desaparecían.
No existe forma de animar más eficiente que animarnos a nosotros mismos. Mantener una actitud positiva nos hace tan capaces que tiene sentido eliminar todos los pensamientos y formas de comunicación que sean negativos. Reflexionar sobre lo positivo puede invertir inmediatamente una emoción negativa. Pregúntese continuamente: -“¿Cómo puedo comunicar este mensaje de manera positiva?” Por ejemplo, al decir: -“tienes un mal genio”, se crean dificultades; pero si decimos: -“sería mejor para ti mismo mejorar tu genio”, se invita a la reflexión y se facilita la comunicación.