, se me olvidaba. Ya sea por temperamento, por las hormonas endógenas y sintéticas que me revolucionan a cada rato, por mi afición al gin-tonic, por mi horóscopo maya o por haber transitado mi infancia en aquella Rentería de los años ochenta que llamaban Beirut, soy exaltada, incendiaria y majara.
Por tanto y recapitulando: soy una zorra vasca feminista radical malhablada panfletaria. Antes de que lo escupa nadie, ya lo he dicho yo.