Los Poemas de Ramón del Valle-Inclán son una parte esencial de su obra. Empezó escribiendo poesía. En 1888, a los veintidós años, mientras estudiaba Derecho en Santiago Compostela, la revista estudiantil Café con gotas publicó un poema suyo titulado “Molinares”.
En el fondo, casi todas las prosas de Valle-Inclán son de poéticas. Ramón del Valle-Inclán nunca dejó de escribir poesía. Además, siempre introdujo poemas entre los diálogos de sus obras de teatro y sus novelas.
El autor, además, siempre asumió sin tapujos la influencia del modernismo latinoamericano, y tuvo, a su vez, el mérito de recibir el homenaje de Rubén Darío en el «Soneto iconográfico para el señor Marqués de Bradomín».
La obra poética de Valle-Inclán es uno de los mejores ejemplos de la poesía modernista que se hizo en España. Lo fue en el más profundo sentido del término. En él también son visibles otras influencias, como las de Gabrielle D'Annunzio, Paul Verlaine y Jules Barbey d'Aurevilly.
La presente antología contiene los siguientes poemas:
— Rosa de llamas
— Rosaleda
— Rosa hiperbólica
— Rosa del caminante
— Rosa matinal
— Rosa vespertina
— Rosa de mi romería
— Rosa del Paraíso
— Rosas astrales
— Rosa del Sol — Alegoría
— Rosa de melancolía
— Rosa panida
— Rosa métrica
— Vitrales
— Rosa de Saulo
— Rosa de furias
— Rosa de turbulos
— Rosa de oriente
— Rosa del reloj
— Rosa de pecado
— Rosa de Alejandría
— Asterisco
— Rosa de Belial
— Rosa de bronce
— Rosa de mi abril
— Rosa de Zoroastro
— Rosa gnóstica
— La trae un cuervo
— Rosa de Job
— La trae una paloma
— Rosa deshojada
— Karma