¿Qué planeta les dejaremos a nuestros nietos?
Pregunta que nos hacemos a diario por estos días con el calentamiento global y la contaminación de los mares. Mi personal respuesta es que uno mucho mejor. Nuestros ancestros son responsables de la extinción de muchas especies, de la explotación colonialista y esclavistas de tantos hombres, mujeres y niños; los que almacenaron miles de bombas atómicas; los nos mantuvieron atemorizados con sus ideologías tiránicas. Pero, ¿por qué supongo que puede ser mejor? Porque somos la generación que tomó conciencia del desastre que se nos avecina si no buscamos soluciones. Y el ingenio humano y ha demostrado por siglos que somos capaces de hacerlo.
Muchos autores de ficción nos muestran una tierra baldía provocada por la estupidez humana, con dictadores de opereta y alienígenas malvados controlando la galaxia. Esta novela tiene otra mirada, obvio que los cambios tecnológicos que en ella se sugieren se quedarán cortos, muy cortos, nuestra imaginación es sobrepasada todos los días por nuevos inventos. Sin embargo, creo que los hombres del futuro seguirán compartiendo nuestros mismos sentimientos, así como lo vemos en los dramas de Shakespeare, que nada ha cambiado en más de cuatrocientos años en cuanto a la alegría o el dolor.