Julio y Septiembre son dos hermanas adolescentes que viven en su propio mundo. Septiembre es dominante y temeraria, en ocasiones, cruel, mientras que Julio es mansa y temerosa, introvertida, ingenua y complaciente. Son uña y carne: el estrecho vínculo que las une, su devoción, las extrañas pruebas a las que se someten para demostrar su lealtad y la forma en que se completan mutuamente impiden saber dónde empieza una y termina la otra.
La fragilidad de Julio ha llamado la atención de las chicas malas del instituto, desencadenante de un macabro suceso –apenas insinuado— que las obligará a mudarse con su madre, escritora de literatura infantil, desde Oxford a una casa destartalada propiedad de su tía paterna, situada en medio de la nada, donde reina una atmósfera opresiva y desasosegante.
Daisy Johnson, gran estilista y sabedora de que lo que no se dice ni se describe puede ser tan perturbador como lo que se desvela, vuelve a dosificar, con maestría y elegancia, las revelaciones y las elipsis en una absorbente novela de suspense a medio camino entre el género gótico y la fábula mitológica, en la que explora las relaciones entre hermanas y nos advierte de los peligros de amar demasiado.