Hermanas

Si los cerebros son casas con muchas habitaciones, entonces yo vivo en el sótano.

Mi hermana es un agujero negro mi hermana es una ventana tapiada mi hermana es una casa en llamas mi hermana es un accidente de coche mi hermana es una noche en vela mi hermana es una batalla mi hermana está aquí.

La pena es una casa sin puertas ni ventanas en la que se pierde la noción del tiempo.

ella no soy persona. Mi hermana es un agujero negro mi hermana es un árbol que cae mi hermana es el mar.

¿Significaba algo que su padre fuera un hombre cuyo odio se parecía tanto a su amor?

Daría su vida misma sólo por saber que no habría más ausencia donde una vez había habido una presencia tan furiosa y palpable.

iempre estaba allí cuando la tristeza la embargaba, ésta lo traía de vuelta. Los muertos nunca habían estado muertos.

El Refugio soporta muchas cosas. Esto es lo que soporta: la tristeza infinita de mamá, la ira a rachas de Septiembre, mi disimulada ineptitud para hacer lo que me piden los demás, el paso de las estaciones, la muerte de animalillos en los matorrales que la rodean, todas las palabras de amor y de odio que nos decimos las unas a las otras.

Ella siempre ha sabido que las casas son cuerpos y que su cuerpo es una casa en más sentidos que los de la mayoría. Había albergado a sus preciosas hijas, qué duda cabe; había albergado una depresión a lo largo de toda su vida en forma de hija más pequeña y pesada; había albergado ilusión, amor y desesperación y, en el Refugio, alberga un desasosiego perturbador del que le cuesta desprenderse, un agotamiento que sofoca sus días.

El tiempo se sale de su línea y da saltos. Todo el mundo vive y muere a la vez.