Términos como transformación, evolución o cambio presiden el devenir de los últimos dos siglos. Resulta innegable que, en momentos y aspectos diferentes, la sociedad moderna ha experimentado profundos desarrollos en las ciencias, la economía y la política, lo que hace necesario enfrentarla a diferentes procesos de fundamentación y crítica. La Filosofía del Derecho no podía quedar al margen de esta continua revolución: bien puede decirse que, si no motor de ella, ha sido su coprotagonista.
Debido a este continuo juego de criticar lo antiguo y fundamentar lo nuevo —hoy acentuado por la velocidad con que todo sucede y repercute a nivel global— nos encontramos en la actualidad frente a una doble empresa teórica. Por un lado, a la difícil defensa de las propuestas y reivindicaciones vinculadas con las concepciones del Derecho típicas del positivismo jurídico. Por otro, a la formulación de estrategias que, siendo críticas con esta teoría, tratan en consecuencia de elaborar nuevas propuestas teóricas dirigidas a comprender mejor una realidad en continuo cambio y deseosa de una aproximación diferente. Postpositivismo es el término que en mayor medida sirve para explicar esta nueva perspectiva.
Esta colección se propone contribuir a la reflexión filosófico-jurídica contemporánea a través de la publicación de las aportaciones relevantes del debate, prestando especial atención a las dimensiones más novedosas del mismo.