Johanna Barraza Tafur trae de regreso al padre y al Caribe de su infancia en el movimiento de ida y vuelta de Barranquilla a Buenos Aires. Barraza habita la pérdida del padre —la urgencia y la violencia de su dolor— para sembrar en ella un árbol de aroma y jugo. El patio, el palo de mango, el cabello del abuelo y el canto de los canarios del padre también son maneras de enfrentarnos a un dolor que comparten miles de hijos de la guerra.
Sembré nísperos en la tumba de mi padre no ambiciona un retorno, pero intenta entender las razones de ese deseo. Y al mirar por qué desea regresar al Caribe, despliega cantos de mirlas, ramas de árbol, fichas de dominó, paseos con los que se mide la errancia del migrante. Con este segundo título de su colección de poesía, Himpar editores continúa su apuesta por voces que renuevan la literatura de Colombia.