El final de un matrimonio narrado a través de la muerte del hijo, el relato de una posible infancia de Jesús y el viaje a una isla de una mujer que ha de tomar una decisión trascendental son tres fragmentos de una misma historia que apunta directamente al corazón: la del hecho tan maravilloso como enigmático de que siempre, de un modo u otro, la vida se abre camino. Niños en el tiempo es una novela en torno al amor como asombro y como catástrofe, pero también acerca de la capacidad que la literatura posee para exorcizar el dolor y devolvernos no a quienes hemos perdido, sino a nosotros mismos, hasta el punto de salvar nuestra dignidad y nuestra cordura cuando todas las luces parecen haberse apagado.