Sexo y sentimientos. Versión para mujeres

Por último, intenta preservar el hil

Existe el celoso «normal» y universal, cuyo sentimiento sólo se manifiesta en situaciones en que la duda está justificada. También existe el celoso «neurótico» e hipersensible, de temperamento especial y que tiende a sospechar del otro de forma sistemática; este tipo proyecta sobre su pareja su propio sentimiento de culpa, pero puede entrar en razones si aportamos la prueba de nuestra inocencia. Finalmente, está el celoso «patológico» que sufre un auténtico delirio de celos; es totalmente tiránico y su sospecha no está fundada: el menor detalle es objeto de interpretación. Este comportamiento deriva de la psicosis pasional, una enfermedad de falta de autoestima y de duda (por lo tanto, del amor propio y de la posesión) con el miedo a ser engañado y abandonado.

La intimidad se forja alrededor de cosas muy simples: el trabajo, los niños, pero también los amigos, los debates de ideas, los deseos, las dudas y los miedos.

Es importante mantener el vínculo, interesándonos por la vida (o la opinión) del otro

Si lo que el otro pide es imprescindible para él y a nosotros no nos resulta insoportable, debemos aceptarlo

Amar es tener objetivos en común. Para avanzar, debemos adaptar nuestro paso al del otro, sin acelerar ni frenar, porque de lo contrario uno de los dos termina tropezando y la pareja termina sufriéndolo.

Los hombres, de media, se casan hacia los 30 años y las mujeres hacia los 28. El 85 % de las parejas que viven bajo el mismo techo están casadas.

Sólo después de superar con éxito estos primeros periodos, la pareja alcanza su verdadera madurez. La proximidad se prefiere a la fusión, porque es menos destructora

Etapa número tres: la exploración de uno mismo y de sus límites.

Etapa número dos: la diferenciación. Cada uno respira, vuelve a su sitio y a ser uno mismo de nuevo. Somos capaces de hablar en nombre propio y de afirmar nuestros gustos.