En un mundo donde el estado de bienestar había llegado hasta el más recóndito lugar, sus habitantes deciden crear una empresa para exportar dicho bienestar al resto del universo. La intención es buena, solo quieren ayudar en lo posible a otros mundos en desarrollo para que alcancen el equilibrio con el menor sufrimiento posible.
Sin embargo, el viaje se convierte, como no podía ser de otra forma en toda actividad humana, en la búsqueda de Dios y, el final, en el encuentro con él.
Las pistas se desgranan durante el relato para terminar revelando lo que somos y lo que hemos venido a hacer aquí.