«Hace unas semanas murieron mi mujer y mi hijo de dos años en un accidente de tráfico; mi relación era idílica, de amor verdadero, de felicidad; nos habíamos casado hacía poco y todo era perfecto hasta que un día recibo la peor llamada de mi vida… ¿Tú crees que esa no es razón suficiente para quitarme la vida? ¿Cómo crees que me siento después de haber perdido todo? ¿Tú crees que yo no me he planteado hacer lo que has hecho…? ¡Pero no! Esa no es la solución porque ¿sabes qué? La vida es de los valientes, de los que luchan ¡y yo soy de esos! Sé que la vida me va a dar otras muchas cosas, que hay que seguir y que hay mucha gente que me quiere y me necesita… ¿Qué diría esa gente si me quito de en medio? Y vas tú y te intentas matar así sin más… ¿Cómo se