En la región oriental del lago Titicaca surgió otro caudillo rebelde, Julián Apaza, que adoptó el sobrenombre de Túpac Katari, combinando los nombres de los caciques Túpac Amaru y Tomás Katari.
Julián Apaza era un joven aimara del altiplano, indio tributario, de origen popular e iletrado, dedicado a la actividad de arriero y el comercio de coca.
Katari sublevó a su pueblo natal, Sicasica, y a los pueblos vecinos. Sitió e invadió la ciudad de Puno, defendida por el corregidor español Joaquín de Orellana, donde la ofensiva indígena se prolongó durante todo el año 1781.