Fumar: todos tenemos una buena excusa…
Fumar es parte de nuestros hábitos.
De… nosotros mismos. ¿No es así?
Especialmente cuando fumas por años… como lo hice yo.
Y todos tenemos una buena excusa:
— fatiga
— amistad
— estrés
— enfermedad
— buena salud
— un evento feliz para celebrar
— una gran pérdida para consolar
He invocado lo mismo.
Hasta que me detenga.
En… 2 días. De verdad.
Una larga historia. La mia.
Si, es verdad. Y explicaré cómo en este pequeño libro.
Pero fue solo después de una serie de intentos fallidos, derrotas obstinadas, fracasos lamentables, frustraciones memorables, que tuve… la revelación.
Y completamente accidental, involuntariamente, de imprevisto.
¿Le ha pasado esto, para darse cuenta de algo, de repente?
¿Para realizar una verdad? ¿Para abrir los ojos?
¡Bang!
De hecho, podríamos ser (completamente) cínicos y decir:
«Los fumadores de todos los países, se unen, continúan fumando para apoyar a múltiples beneficiarios:
— productores de tabaco
— fabricantes de cigarrillos
— vendedores
— especialistas en la adicción al tabaco
— el Estado
etc.
Seamos felices, plenamente conscientes de nuestra situación, seguir manteniendo nuestras cadenas, comprar otros, ser prisioneros… Seamos felices con nuestro destino«.
¿No es así?
Y, sin embargo, aparte del dinero que gasta, fumar no trae nada especial.
Excepto, por supuesto, toda una serie de inconvenientes y basura variada.
Le mostramos la lista todo el día.
Lo sabe. ¿No?
¡Es hora de parar!
Así que creo que tenemos que parar todo esto.
Lo hice. Y me gustaría compartir con ustedes mi experiencia en esta área.
Este pequeño libro sobre cigarrillos debería hacerle cambiar de opinión.
Para hacerle cambiar… de vida. Por (ni siquiera) el precio de un paquete de cigarrillos.
Entonces, ¿lo quiere intentar?
Calurosamente,
Cristina
PS: y si termina con el cigarrillo, pase el mensaje de que es posible para otros.