En “La Iglesia del Diablo”, de Machado de Assis, el Diablo, cansado de su habitual papel de tentador, decide crear su propia iglesia para descarriar a la humanidad. Promete a los hombres poder y placer, pero sin el miedo al infierno eterno, ofreciendo una religión de libertinaje y hedonismo. La sátira trata de la corrupción y la hipocresía de las instituciones religiosas, revelando la naturaleza humana y sus contradicciones.