Una promotora de lectura es enviada a visitar las bibliotecas de varios municipios perdidos entre manglares y ríos en el sur del Pacífico colombiano. Este libro es el relato íntimo y brutal de las marcas que deja el olvido del Estado en cuerpos y territorios.
"[…] Este libro es otra cosa. No por experimentación o exploración, sino por la dolorosa honestidad que lo obliga a resignarse a su necesidad, a su espanto, a la realidad que se cierra a su alrededor “fuertemente como una mano”. Este libro es íntimo y brutal, secreto y abierto, sueño y realidad, deseos destrozados y abismo público: crónica, denuncia, testimonio, diario, informe, conjuro… ¡y pesadilla! Nuestra realidad reclama un esfuerzo formal semejante, para poder ser contada, vivida, sobrevivida, sufrida, ya que no es ni siquiera una vida propicia a la vida misma, pues ni la favorece ni la dignifica. Sólo exponiéndose a ella se podrá saber de qué se trata. Así, esta novela sea, tal vez, una advertencia.”
—Santiago Mutis