El autor expone de manera clara y sucinta la trama de la rebeldía de Kierkegaard ante todo aquello que el filósofo danés experimenta como una asfixia existencial, desde el deber por el deber kantiano hasta la presunción de totalidad del sistema hegeliano, pasando por la actitud rebelde ante Dios y la crítica a los representantes de las instituciones religiosas. Al filósofo, recuerda Jorge Manzano
citando a Nietzsche, toca ser la conciencia crítica de su época.