Después de que su hijo Marcelo haya sido encarcelado en Quito por tráfico de drogas, Natalia decide atender su llamada, ir a visitarlo y ayudarlo con su defensa pese a las reticencias que tiene en un principio, harta de su comportamiento irresponsable. En España, Natalia deja a su nieta Claudia, dolida por el abandono de su padre, y a Alfredo, su marido.
Una vez allí, Natalia descubre aspectos dormidos de sí misma gracias a Ívaro, un hombre maduro que conoce en una cafetería.
Háblame de Claudia es una novela relatada con un estilo exquisito que ahonda de manera igualmente acertada en la problemática social de los encarcelados en Ecuador y en las relaciones de una familia desestructurada.