¿Por qué el niño quiere marcharse con el flautista si este es tan malo con él, si le obliga a hacer cosas que no quiere, si lo maltrata? Tal vez, porque lo que tiene en casa es nada. Tal vez porque la ignorancia, el egoísmo, el “no trato” es también un pecado capital que todos, absolutamente todos, hemos cometido alguna vez, contra la infancia. Tal vez, porque no sabemos qué hacer con un niño, cuando éste nos mira y nos pide más, o cuando llora, o cuando no repite, como una marioneta, nuestros gestos y muecas