Una mañana muy temprano, Ramón descubre el cadáver de Adela en unos campos de avena cerca de Loma Grande. Ramón apenas había visto a Adela en un par de ocasiones, pero en el mismo instante en el que el muchacho cubre con su camisa el cuerpo desnudo de la muerta, comienza a difundirse el rumor de que Adela era su novia. A partir de ese momento, los hechos se irán desencadenando irremediablemente y Ramón se verá obligado a vengar la muerte de la joven. Su corazón es quien le obliga actuar, su corazón y un pueblo entero que se convierte en el protagonista de la novela, en el creador de una ofensa y de una venganza inevitable.