bookmate game
es
Books
Hebe Uhart

Del cielo a casa

Entre el desconcierto y la timidez, Hebe Uhart, una de la mejores cuentistas argentinas según coincide toda la crítica especializada, encuentra en los congresos, los viajes, la vida familiar y los animales un pretexto para pensar las relaciones y para desencadenar fantasías y temores.

Del cielo a casa es la frase que cifra a todos los relatos del libro, pero también es el título de uno de los cuentos, en el que se narra la distancia que existe entre lo que se supone que debe gustar y lo que realmente gusta. Contra un mundo plagado de obligaciones, rutinas y otras cosas incomprensibles, los protagonistas de estos relatos se atienen a las pequeñas cosas, a las que pueden manejar. El eje de estos cuentos pasa por los congresos, los viajes, la vida familiar, los animales.
160 printed pages
Copyright owner
Bookwire
Original publication
2024
Publication year
2024
Have you already read it? How did you like it?
👍👎

Impressions

  • Patricia Suárezshared an impression3 months ago
    👍Worth reading
    🐼Fluffy

Quotes

  • Ivana Melgozahas quoted3 hours ago
    Y ahora últimamente entré a pensar en otra cosa, en cómo las cosas aparecen y desaparecen, lo que hasta ayer era, hoy queda perimido. Pero esos pensamientos después se me embrollan, porque una cosa trae la otra y resulta que no sé cómo llego a acordarme de mi finada mamá y otras yerbas tristes. Y no quiero pensar en eso, porque no sé dónde voy a ir a parar con tanto embrollo, y entonces digo: El destino lo trajo y el destino se lo llevó. Y ese pensamiento queda perimido. Punto.
  • Ivana Melgozahas quoted3 hours ago
    Tenía una conversación hermosa, porque sabía de todas las cosas; decía que al planeta lo iban a destruir de tanto arañar todas las maderas de los bosques, que a eso yo nunca lo había pensado, y que cuando acá son las doce, en el otro costado del mundo son las seis de la tarde, que será así, nomás, y que los elefantes hacen como una especie de velorio cuando se muere uno de su grupo.
  • Ivana Melgozahas quoted9 days ago
    Todo era rotundo: el frío, el cielo, que no era de un gris celestado como el de Buenos Aires, y el sol que no era como un resplandor suave que iba aumentando: al sol se lo veía crecer a cada momento. Era un cielo que protegía a la gente nítida, a los seres nítidos, desde dos cuadras se veía todo lo que caminara; un perro, una persona. Se sintió destemplada y hubiera preferido tomarse un taxi. En el micro había muchos asientos vacíos; había un muchacho sentado solo, con cara de estudiar alguna cosa por las noches, pálido, muy delgadito, con anteojos. Llevaba una cartera de cuero artesanal, una barbita muy cuidada, y leía. Cuando Eva subió al micro le hizo una seña muy discreta y después bajó graciosamente la cabeza con una elegancia humilde, como diciendo: “Aquí no ha pasado nada”, por si la seña caía en el vacío. Eva percibió el calor del micro en marcha y se sentó junto al muchacho; él le tomó la mano, con el mismo aire de quien no quiere la cosa.

    El mundo era como debía ser.

On the bookshelves

fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)