—Perdóname si no te tengo ninguna observación, si nada he sacado en limpio. En cambio, de tiempo atrás, vengo haciendo otra observación, que continuamente verifico como verdadera. Ella es que, cuando las ideas pesimistas me dominan, que cuando quiero de cada cinco de mis semejantes exterminar a cuatro, es porque, sin sentirlo, tengo hambre.