En consonancia con las nuevas materialistas, afirmaré que estamos heches de prácticas discursivas-materiales. En este sentido propondré que, de existir vínculos entre biología y conducta, entre sexo y género, entre genitalidad y habilidades cognitivas-conductuales, no se trata de vínculos causales sino de vínculos estadísticos que dan cuenta de la fuerza que en el desarrollo de nuestra subjetividad tienen las normativas de género