resolver raíces cuadradas, ¿o habrá copiado en sus exámenes?
Pero, ¿dónde iba? Ah sí, cerebros. Me preocupaba que cuando el doctor Rosas entrara en la cabeza de mi hermano fuera a despertar al monstruo con todo el ruido y el movimiento. Cuando mencioné al monstruo el doctor me dijo que de eso quería hablar conmigo. Estaba muy nerviosa porque no sabía qué quería ese doctor que yo le dijera, pero las preguntas que me hizo no fueron tan difíciles como las que vienen en los exámenes de matemáticas. Todas tenían que ver con Santi y con la manera en que se llevaba conmigo. Al final me hizo una pregunta rara:
—Camila, ¿por qué crees que hay un monstruo dormido en la cabeza de Santiago?
—Porque he visto que a veces los monstruos se meten en la gente. Por eso hay personas que hacen cosas malas y que dan miedo.
—¿Y dónde has visto eso?
—En una película buenísima que vi a escondidas.
—¿Ah sí?, ¿cuál?
—No creo que la haya visto, no es para gente seria. Además no quiero que mis papás se enteren.
—Puedes estar tranquila, Camila. Mi especialidad son las películas de gente divertida, tomé un curso en la universidad. Además, todo lo que digas aquí en el consultorio se queda entre tú y yo. No se lo voy a decir a nadie.
—¿A nadie? ¿Entonces no es un chismoso