Es difícil pensar la literatura brasileña contemporánea sin movilizar un conjunto de problemas relativos a las profundas asimetrías sociales del país, que pueden parecer apaciguados, pero que se revelan en toda su extensión cada vez que algo se sale de su lugar.
Este libro viene a poner en primer plano la necesidad de reflexionar sobre cómo la literatura brasileña actual, y los estudios literarios, se sitúan dentro de ese juego de fuerzas, observando la forma en que se elabora la tensión resultante del embate entre los que no están dispuestos a quedarse en su “debido lugar” y aquellos que quieren mantener su espacio descontaminado.
Hoy, cada vez más, autores y críticos se desplazan por la escena literaria brasileña en busca de espacio “y de poder, el poder de hablar con legitimidad o de legitimar aquello que dice”. De ahí los ruidos y la incomodidad causados por la presencia de nuevas voces, voces “no autorizadas”; por la apertura de nuevos abordajes y encuadramientos para pensar la literatura; o, incluso, por el debate de la especificidad de lo literario, con relación a otros modos de discurso, y de las cuestiones éticas suscitadas por esa especificidad.