Has estado años, años viendo la misma pared absurda y vacía y de pronto un día, un día cualquiera, que podría haber sido otro, le ves el agujero, la incisión, el desperfecto, y así descubres, sin más, la grieta por la que se han ido esfumando, imperceptibles, todos tus sueños, todas tus locuras y tus deseos, toda tu vida, esa herida que se te abrió un día para siempre.