el paso de la seguridad que se basa en otro ser humano a la seguridad basada en el respeto propio. Esto tiene sus raíces en este modo de sentir: Conozco mis deseos y valores, pero siempre estoy dispuesto a reevaluarlos y a cambiarlos. Quiero sentir profundamente, actuar con firmeza, relacionarme íntimamente con los demás, y, sin embargo, tener conciencia del dominio
de mí mismo.