Lucía, huérfana de padres, espera angustiada la muerte de Esperanza, su abuela, con la que vive en un pueblo de la montaña.
Ella ha sido su maestra de vida. Le ha enseñado a descubrir y a entender el lenguaje de la naturaleza y la importancia del amor hacia todo lo creado. Cuando fallezca, se quedará sola.
Sin embargo, la vida te hace regalos inesperados y así lo sintió cuando conoció a Tino, un muchacho de la ciudad que llega para pasar un verano en el pueblo. Gracias al amor que surge entre ellos y a través de la mirada de Lucía, Tino descubrirá la auténtica dimensión de las cosas, la sabiduría de la tierra, y de esa manera podrá perdonar a sus padres y aceptar lo que le han mantenido oculto desde que nació.