«Una realidad incuestionable se nos impone día a día. Y decidimos
""incuestionable"" ya que seguramente la mayoría de nosotros ya nos hemos
encontrado con ellos
Niños y adolescentes que parecen llegar a la vida con
características más que especiales
Son reconocidos por su armonía, su
equilibrio interior y la fluidez con que presentan sabias cuestiones vitales
con absoluta normalidad, entre otras particularidades. Frente a esta realidad
se plantea la necesidad básica de cambio en nuestra percepción, de la urgencia
de abrir la mente y el corazón, de ensanchar la conciencia, de una actitud de
mayor sensibilidad y compromiso en el adulto educador. Esa transformación
implica un trabajo de autoeducación, para luego recién estar en condiciones de
educar a otros. Por eso hablamos de ""nuevos adultos para nuevos niños"".»