Con Espumas, Sloterdijk ha completado su ensayo, en tres partes, de una nueva narración de la historia de la humanidad. El concepto antropológico de esfera remite a la tesis fundamental del autor, según la cual la vida es un asunto de forma. Sugiere que «vivir, configurar esferas y pensar son expresiones diferentes para lo mismo». El primer volumen, Burbujas, reconstruía cómo por la coexistencia de seres humanos con seres humanos se produce un interior de tipo especial. El acento se ponía entonces en la tesis de que la pareja representa, frente al individuo, la magnitud más auténtica y real. En la novela filosófica Globos, segundo volumen de la serie, se narraba de qué forma el pensamiento metafísico clásico, como contemplación del todo redondo, se propaga por el mundo, el globo, y pone en marcha formas diversas de globalización. Espumas ofrece ahora una teoría filosófica de la época actual en la que se destaca que la vida se desarrolla multifocalmente. La imagen alegre de la espuma sirve para recuperar el pluralismo de las invenciones del mundo y para formular una interpretación antropológico-filosófica del individualismo moderno que va más allá de las descripciones existentes. Con ello Espumas responde a la pregunta de cuál es la naturaleza del vínculo que reúne a los individuos, formando lo que la tradición sociológica llama «sociedad». Por su dedicación a las cuestiones más apremiantes de la actualidad, es posible leer el tercer volumen de Esferas como si se tratara del primero. Y, en cierto sentido, lo es.