Þóra investiga un caso en el que se combinan cuatro asesinatos cometidos treinta años atrás, y el reciente de una mujer que fue testigo, y quizá partícipe, de aquellos crímenes. Las conversaciones con unos y otros, la investigación de los pormenores de la erupción de las Islas Vestmann en 1973, irá conduciendo al lector por el entramado de las vidas de una serie de personas en una pequeña población, cuando Islandia estaba más aislada que hoy. La trama se irá complicando de modo casi irresoluble hasta que todo empiece a encajar, aunque acabará resolviéndose de forma totalmente inesperada.