«Tu verdadero problema es que la vida no te parece real», le dijo en una ocasión, después de haberle dicho, en situaciones parecidas y durante los últimos meses, que su verdadero problema era su incapacidad de comprometerse, que su verdadero problema era su relación con su madre y que su verdadero problema era que no tenía conciencia alguna del significado de la palabra progreso.