—¿Cómo es posible olvidar el corazón? —y especificaba—: Las enfermedades se parecen, pero las personas no. La misma receta para diferentes personas, aunque padezcan lo mismo, jamás tendrá igual efecto —y luego suspiraba—: La mediocridad del médico justo reside en eso, y es por esa mediocridad que la gente muere.