Una noche de verano cuatro amigos se sientan alrededor de una mesa. A partir de ese encuentro se desencadenan unos acontecimientos donde el destino de cada uno de ellos se reparte de manera desigual. Dos jóvenes desubicados en el mundo que les toca vivir son los protagonistas de las intrigas principales: uno es Kenji, atrapado por sus pasiones y su inmadurez a la vez que obcecado por la búsqueda de un amor que acababa de tocar con los dedos; el otro es Andrea, encarnando un demonio desatado intentando apaciguar las riendas de su desazón. Y de fondo, una mano femenina entre bambalinas intentando llevar a cabo un cometido imposible. Un amor que emerge del pasado, el fervor de una segunda juventud o las manipulaciones sin concesiones son temas constantes a lo largo de una novela donde solo se toma aliento con el punto final.