Hollis, investigadora de tendencias de avanzada y ex cantante, vuelve a trabajar para el magnate del marketing global Hubertus Bigend en el último de sus planes lunáticos y brillantes: investigar las sutiles conexiones que existen entre el diseño de ropa para combate militar y los últimos avances de la moda textil, de modo de hacerse con un cuantioso contrato del Departamento de Defensa y descubrir, en el proceso, el “jean perfecto”. Pero las cosas se complican cuando una empresa rival está utilizando esos mismos contratos para tráfico de drogas y armas, y, por más que nadie puede hacerle sombra a Bigend en el sinuoso mundo de las últimas tendencias globales, ahora el juego se ha vuelto mucho más difícil y peligroso. Después de País de espías, William Gibson vuelve a diseccionar con su frío y preciso bisturí el mundo ultramoderno en que vivimos, donde la ferviente cacería por lo más avanzado en marcas, modelos y artilugios revela un pánico desesperado y una aterradora carrera hacia delante.