En cuanto acontecimiento de la verdad, lo bello es generativo, engendrante, incluso poetizante. Da a ver. Lo bello es este don. Lo bello no es la obra como producto, sino sobresalir la verdad resplandeciendo. Lo bello trasciende también la complacencia desinteresada. Lo estético no tiene ningún acceso a lo bello en un sentido enfático. Al ser el resplandeciente sobresalir de la verdad, lo bello es inaparente, por cuanto se oculta tras los fenómenos. También en Platón es necesario cierto apartar la vista de figuras bellas para llegar a vislumbrar lo bello en sí.